Es bien sabido que el rendimiento del hormigón, especialmente la resistencia mecánica, se ve influenciado por la calidad y la eficiencia del proceso de compactación durante la producción del hormigón fresco. El resultado de una compactación adecuada es un hormigón de composición homogénea. Los desafíos actuales en la fabricación de productos de hormigón son acortar los tiempos de producción y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de los productos, aumentar la sostenibilidad del material y garantizar una producción constante. La compactación y su influencia en la calidad de producto y en la velocidad de producción son de gran importancia en la industria del hormigón actual.